3 palabras que te hacen feliz, si las sabes usar e implementar correctamente. Suelen ser confusas, pero no te preocupes, aquí sabrás qué significa cada una y en qué se diferencian una de la otra. Aprender la diferencia entre eficiencia, eficacia y efectividad marcará cualquier comprensión sobre cualquier proceso y te ayudará a entender cada etapa y/o fase.
Son términos que se implementan mucho en procesos, para referirse a su productividad y la calidad de sus resultados. Aunque parezca que significan lo mismo o algo muy parecido, la realidad es que no es así. No es lo mismo ser eficaz, que ser eficiente o lograr ser efectivo. Entonces, entremos a definirlos.
Daremos 2 definiciones: Unas de la RAE y lo que significan en el mundo de los negocios, los procesos y la comunicación. Esto se transformó gracias a Peter Drucker, un consultor y profesor de negocios el cual acuñó el término trabajo del conocimiento, y desde entonces conceptos como los que vemos en este artículo se resignificaron adaptándose a diferentes áreas. Su objetivo es la resolución de problemas no comunes o rutinarios lo cual requiere de la combinación de varias metodologías del pensamiento (convergente, divergente y creativo).
En otras palabras, resignificó varias palabras (como las que aquí explicaremos), y creó otras para describir procesos, acciones y elementos específicos de diversas áreas del conocimiento y así poder diferenciarlos dándole usos específicos en vez de genéricos.
Es para la RAE es “Capacidad de disponer de alguien o de algo para conseguir un efecto determinado”. Una definición bastante general, pero para el trabajo del conocimiento, va más allá, y hace referencia a no sólo hacer bien las cosas, sino a relacionar la implementación de los diversos recursos y hacerlo de manera óptima generando los mismos resultados. Esta tiene que ver con el “qué” se hace para lograr resultados.
Como ejemplo para ser eficiente pondremos un montallantas. Un proceso Eficiente a la hora de despinchar un carro, es implementar herramientas que reduzcan el esfuerzo humano y el tiempo para lograr despinchar el carro. Pueden ser el uso del gato hidráulico, y el de herramientas electrónicas como la “pistola” para atornillar y desatornillar la llanta. Así como una máquina para poder separar el neumático del rin y proceder a identificar el hueco y taparlo.
Al implementar estas herramientas, hay un proceso eficaz, pues no sólo se están haciendo bien las cosas, sino se está ahorrando tiempo y esfuerzo, dando el mismo resultado pero mucho mejor, pues el con “qué” se hizo ayudó a mejorarlo.
La RAE la define como “Capacidad de lograr el efecto que se desea o se espera”. Para el Trabajo del conocimiento es hacer las cosas correctamente, lo cual significa aplicar de manera correcta los procesos adecuados (o estandarizados) obteniendo resultados. Esta tiene que ver con el “cómo” se hace para lograr resultados.
Continuando con el montallantas, para tener eficacia hace falta el entrenamiento del personal, pues, no habría eficacia si el personal no sabe usar las herramientas que se le brindan. De nada serviría tener tales herramientas y/o tecnología si el trabajador las usa de manera incorrecta y el proceso de despinchar la llanta es igual o más lento al proceso el cual se haría sin las herramientas para despinchar ya adquiridas (en el ejemplo). Esto tiene que ver con el cómo, y es cómo aplica o usa esas herramientas para optimizar el proceso.
Para la RAE, la efectividad es sinónimo de eficacia y a su vez una realidad o una validez de algo. Para el trabajo del conocimiento no es un sinónimo, sino una fusión entre eficiencia y eficacia, la relación entre el “qué” se hace y “cómo” se hace para tener resultados óptimos, ahorrando recursos como tiempo, dinero, materiales… depende de la materia, área o proceso se implemente.
Y, continuando con el montallantas, habría una efectividad en el proceso cuando implementamos herramientas (como el gato hidráulico y la “pistola” para ajustar y soltar la llanta con rapidez y precisión) y el personal que le dé un uso adecuado, profesional y óptimo a estas herramientas.
Son términos que pueden ser fácilmente confundidos, y muchas personas los consideran innecesarios, y no los culpamos, hay ocasiones o procesos donde son tan cortos, pequeños o simples que implementar estos términos podría significar un relleno. Sin embargo, es muy importante tener esto claro, pues en procesos que abarcan grandes cantidades de acciones y donde es requerido optimizar procesos para que la inversión de recursos (sea tiempo, dinero u otro) mejore afectando los resultados sólo y exclusivamente de manera positiva (mejorándolos).
También es importante porque michas veces se es eficiente pero no eficaz, y para saber si estamos siendo efectivos, debemos medir la eficiencia y eficacia. Esto aplica para muchos procesos, desde una producción a pequeña, mediana o gran escala, hasta en la comunicación, pues ésta es un proceso.
En el marketing digital, por ejemplo, los KPIs pueden ser medidos porn medio de la eficiencia y la eficacia tanto del personal como de las publicaciones o campañas que están en funcionamiento o “corriendo”.
Ahora que sabes la diferencia e importancia de estos términos, te recomendamos aplicarlos a tus procesos para poder medirlos y mejorarlos. Son términos (o herramientas) que apuntan a la mejora continua de cualquier acción, proceso o estrategia. Estos términos se usan muchísimo para medir y optimizar estrategias en marketing como el Marketing Guerrilla, debido a sus características.
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